domingo, 17 de abril de 2011

Los Diaguitas

Los diaguitas o calchaquíes, fue un nombre impuesto por los españoles, ya que ellos se llamaban a sí mismos paziocas. El de calchaquíes derivó del nombre de un jefe diaguita que combatió con heroísmo contra los invasores. Habitaron el noroeste argentino (Catamarca, Tucumán y Salta) y el norte de Chile, hasta la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XV.

En el Noroeste argentino y en el Norte Chico de Chile, especialmente en los valles Calchaquíes, a partir de 850, los diaguitas desarrollaron una cultura de gran riqueza, que arqueológicamente se corresponde con la Cultura Santa María. Vivían en poblados organizados.
Los diaguitas habitaron el Norte Chico, teniendo como límite norte el río Copiapó. Su límite sur no está bien definido, pues según algunos estudios sería el río Choapa y según otros, el río Aconcagua.
Las características geográficas de la zona que habitaban los diaguitas corresponden a los Valles Transversales, formados por las cadenas montañosas que se desprenden de la Cordillera de los Andes interrumpiendo la planicie interior. La vegetación se componía de jarales, chañares, algarrobos y pimientos. Degus, zorros, perdices y vizcachas constituyen parte de la fauna de esta zona.

Desarrollo tecnológico

Se destacaron en agricultura por sus terrazas de cultivo, similares a las de los incas y utilizaron sistemas de riego. Su alimentación básica consistía en maíz, quinoa, porotos y zapallo.
Eran tejedores, utilizando como materia prima la lana de vicuñas, llamas y guanacos y algodón. También fueron excelentes ceramistas y trabajadores de metales como plata, cobre y oro.
El jefe repartía las tierras y organizaba la construcción y el cuidado de las terrazas de cultivo en las laderas de las montañas. Se trabajaba la tierra en común y se guardaba parte de la cosecha en los depósitos comunales. Cultivaban zapallo, quinua, kiwicha, porotos, ajíes, papa  y maíz y recolectaban frutos silvestres, como los del algarrobo, chañar, y copao, además de algodónpara elaborar los trajes. Con el "taco" u algarrobo criollo, los diaguitas cubrían varias de sus necesidades básicas. Usaban la madera como leña o para la fabricación de enseres; de la corteza y de la raíz obtenían tinta para teñir lanas y telas, y de sus frutos hacían harina para cocinar un pan llamado patay. También preparaban la bebida alojo, parecida a la cerveza o la refrescante añapa.
Para asegurar el riego de sus cultivos elaboraron una serie de canales de regadío. La papa y la quínoa (otra planta nativa) eran sembradas en las zonas más altas (en terrazas y andenes de cultivo).
También criaban llamas y alpacas, sobre todo en las zonas altas y frías. La mayor parte del año se dedicaban a la ganadería, pastoreo de camélidos, de los cuales obtenían carne (la cual era secada al sol para obtener charqui), lana y huesos que usaban en la confección de herramientas, también eran usados para el transporte de carga. El pastoreo era realizado casi todo el año en las orillas del valle y en verano, al retirarse las nieves, solían ocupar los pastizales cordilleranos.
El mar proveía de una buena parte de la dieta habitual de los diaguita de Chile, mariscos, peces y mamíferos marinos formaban parte de la alimentación habitual. Desarrollaron balsas de cuero de lobo marino para incursionar mar adentro y poder cazar peces mayores e incluso ballenas.

Vestimenta

Los diaguitas eran de cuerpos grandes y fieros, bien agestados, blancos, altos y fornidos.

Su vestimenta se basaba en en camisetas, bastantes largas, tanto que superaba la pantorilla. Esta vestimenta no difería en  mucho de la de otros pueblos aborígenes cercanos.

El material con que estaba confeccionada era lana tejida, y muchas veces contenía adornos geométricos. En las mujeres, los colores de sus vestidos eran llamativos para las solteras, no así en las que habían contraído matrimonio, quienes usaban tonos más apagados. El calzado también era afín a otras culturas aborígenes, y lo constituía la altamente difundida "ojota", realizada en cuero.
Plumas, huesos, piedras, metales como el cobre y el bronce (aleación de cobre y estaño) en mayor medida y, en menor, el oro, fueron los materiales predilectos para sus adornos, que iban desde prendedores y aros hasta vinchas y coloridas pecheras.


Escritura
La forma de escritura era el kakán, que según las fuentes se lo llama también kaká, kaka y chaka. Es una lengua actualmente extinta, de la que se conservan topónimos y otras escasas palabras en el habla coloquial de los habitantes de las zonas del norte de Chile, Argentina y sur de Bolivia.



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